La Escuela es Nuestra se amplía en 2025 para 74 mil 100 planteles, fomentando la participación de la comunidad educativa.
Un impulso decidido a la infraestructura escolar
En el marco de la nueva administración encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum, el programa La Escuela es Nuestra continúa su labor para mejorar y equipar las instituciones de nivel básico y medio superior en todo el país. Este año, el plan prevé beneficiar a 74 mil 100 escuelas, destinando una inversión histórica con la finalidad de garantizar espacios dignos de aprendizaje. Con la experiencia previa acumulada en el sexenio pasado, donde se mejoró el 99.6% de los planteles de educación básica, el reto actual se extiende también a instituciones de bachillerato y preparatoria.
A lo largo de 2025, se contempla cubrir 67 mil 900 escuelas del nivel básico, lo que representa aproximadamente el 38% del total nacional. Para este fin, se ha autorizado un presupuesto de 19 mil 900 millones de pesos (mdp), el cual se empleará de manera directa a través de comités escolares. Este monto es parte de una bolsa total de 25 mil mdp destinados a La Escuela es Nuestra, evidenciando el firme compromiso del gobierno por consolidar la infraestructura educativa.
Montos de apoyo según la matrícula escolar
El programa asigna los recursos con base en la matrícula de cada institución, lo que permite una distribución equitativa y focalizada. En el nivel básico, se han establecido tres categorías:
- De 2 a 50 estudiantes: $200,000
- De 51 a 150 estudiantes: $250,000
- De 151 estudiantes en adelante: $600,000
Con estos montos, las comunidades escolares podrán realizar mejoras en diversas áreas. Algunos planteles optarán por la rehabilitación de espacios, tales como aulas, baños o comedores, mientras que otros podrían invertir en equipamiento y ampliaciones que fortalezcan la calidad de la enseñanza. Además, existe la posibilidad de destinar parte de los fondos a la implementación de servicios de alimentación o incluso a horarios extendidos, con el propósito de brindar un soporte integral al alumnado.
La participación comunitaria como eje central
Uno de los elementos clave de La Escuela es Nuestra es la corresponsabilidad. No solo se trata de recursos económicos entregados al azar, sino de la formación de un Comité Escolar de Administración Participativa (CEAP) en cada plantel beneficiado. Dicho comité, que se conforma durante febrero y marzo, integra a padres y madres de familia, docentes, directivos y —en el caso de la media superior— a las y los estudiantes. Bajo este esquema, son los propios miembros de la comunidad quienes deciden las principales necesidades del plantel y determinan en qué se invertirá el presupuesto recibido.
Este modelo participativo ayuda a garantizar la transparencia y la pertinencia de las acciones de mejora, ya que el CEAP se hace responsable de supervisar cada proyecto, desde el momento en que se reciben los fondos hasta la conclusión de las obras o servicios. Entre otros ejemplos, se pueden mencionar la construcción de laboratorios de ciencias, la compra de equipo de cómputo o la adaptación de espacios recreativos que promuevan un ambiente idóneo para el desarrollo integral.
Ampliando el alcance a la educación media superior
Además de reforzar la educación básica, el programa llega este año a la media superior, donde se tiene proyectado cubrir 6 mil 200 instituciones, correspondientes al 50% de la oferta nacional. Esta estrategia se impulsará gracias a un presupuesto de 4 mil 600 mdp, destinado de igual manera a incrementar la calidad de la infraestructura y del equipamiento de bachilleratos y preparatorias.
Los montos de apoyo en este nivel también varían según la población escolar:
- De 3 a 300 estudiantes: $600,000
- De 301 a 1,000 estudiantes: $1,000,000
- De 1,001 estudiantes en adelante: $1,500,000
En línea con la filosofía de corresponsabilidad, la comunidad educativa de cada plantel tomará las decisiones más convenientes. Estas pueden ir desde habilitar bibliotecas y salones de uso múltiple, hasta mejorar la conectividad a internet o adquirir equipos tecnológicos. La idea es no solo modernizar los espacios, sino reforzar los vínculos entre estudiantes, profesores y padres, de manera que la mejora educativa se convierta en un esfuerzo compartido.
Fines y objetivos del presupuesto asignado
El monto total autorizado para 2025 alcanza los 25 mil mdp. Este respaldo financiero materializa la promesa gubernamental de llevar recursos a las escuelas sin intermediarios burocráticos, favoreciendo la autogestión y la transparencia. Para la administración de la presidenta Sheinbaum, esta acción se enmarca en el llamado “segundo piso” de la Cuarta Transformación, cuyo propósito es fortalecer los programas sociales y consolidar un sistema educativo más equitativo y de mayor calidad.
La Escuela es Nuestra ha destacado por priorizar zonas que históricamente habían recibido menos atención, garantizando que la inversión llegue a cada comunidad, independientemente de su ubicación geográfica o su tamaño poblacional. Este enfoque incluyente pretende cerrar las brechas de desigualdad, ofreciendo a la niñez y juventud entornos escolares adecuados donde puedan formarse de forma integral.
Un programa público al servicio de la ciudadanía
Vale la pena subrayar que La Escuela es Nuestra es un programa público, ajeno a cualquier partido político, y por lo tanto su uso con fines diferentes a los previstos está prohibido. Tanto las convocatorias como los lineamientos de operación se dan a conocer de forma abierta, permitiendo que cualquier persona interesada compruebe su alcance y funcionamiento. La idea principal es que las comunidades escolares tomen decisiones, administren con responsabilidad los recursos y verifiquen que cada peso se convierta en mejoras reales.
Retos y oportunidades
Como ocurre con cualquier programa de gran escala, siempre existen retos de implementación. Desde la creación de los Comités Escolares de Administración Participativa hasta la verificación del uso correcto del presupuesto, cada paso exige compromiso y coordinación. Sin embargo, la experiencia de ciclos anteriores ha demostrado que cuando se involucra activamente a las comunidades, los resultados son positivos y se reflejan en una mejor calidad de vida para el estudiantado.
El enfoque de corresponsabilidad también fortalece la cultura de participación ciudadana. No es solo el Gobierno de México quien invierte, sino que padres, maestros y alumnos asumen el rol de guardianes de estos recursos, eligiendo de manera colectiva las obras y acciones que más repercusión tendrán en el entorno escolar.
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Conclusión: construir juntos escuelas de excelencia
En síntesis, La Escuela es Nuestra se consolida como una estrategia vital para elevar los estándares de calidad en los planteles de educación básica y media superior. Con el objetivo de impactar a 74 mil 100 escuelas en 2025, el programa cuenta con un respaldo financiero significativo que se canaliza directamente a las comunidades. Desde la construcción o rehabilitación de aulas y laboratorios, hasta la provisión de servicios de alimentación, la estrategia se adapta a las necesidades específicas de cada espacio escolar.
Gracias a la articulación de Comités Escolares de Administración Participativa, las decisiones se toman con la voz de todos: padres, estudiantes, docentes y autoridades. El resultado esperado es un fortalecimiento real de la infraestructura, el equipamiento y, sobre todo, la calidad de la enseñanza. En el segundo piso de la Cuarta Transformación, el presupuesto cobra un sentido auténticamente social, llegando a donde más se necesita y habilitando a las nuevas generaciones con las condiciones de estudio que merecen.