Entrega rápida y sin intermediarios: la nueva etapa de Fertilizantes para el Bienestar fortalece a 2 millones de productores agrícolas.
Un programa que consolida derechos en el sector rural
Con un acto celebrado en San Luis Acatlán, Guerrero, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo dio el banderazo inicial al programa Fertilizantes para el Bienestar para el año 2025. Este esquema, convertido en un derecho constitucional, garantiza la entrega de insumos agrícolas sin costo y de manera directa a 2 millones 62 mil 239 campesinas y campesinos. Con ello, el Gobierno de México refuerza su compromiso de dignificar el trabajo en el campo, promueve la soberanía alimentaria e impulsa la economía local.
El elemento más destacado es que, para este año, la administración federal ha emprendido la tarea de entregar los fertilizantes con la mayor antelación posible, procurando que lleguen antes de que inicie la temporada de lluvias. En palabras de la mandataria, este paso es fundamental para que las y los productores optimicen su siembra, cuidando de sus cultivos y garantizando una mayor productividad. Al tratarse de un beneficio estipulado en la Constitución, ninguna autoridad o particular puede condicionar su entrega bajo criterio político o de cualquier otra índole.
Más de 1 millón de toneladas y un nuevo formato de costales
El programa prevé la distribución de 1 millón de toneladas a lo largo del territorio nacional, con el objetivo de nutrir 3 millones 346 mil hectáreas de cultivos. Uno de los detalles más relevantes es la incorporación de costales de 25 kilogramos, más ligeros que los tradicionales. Este ajuste responde, sobre todo, a las necesidades de las mujeres del campo, cuyo número es cada vez mayor entre la población beneficiaria. El propósito es facilitar el acarreo y disminuir la carga física en cada comunidad.
Estos fertilizantes provendrán de la producción nacional de Pemex, entidad que, según anunció la presidenta, ha preparado la logística para abarcar todos los estados de la República. La intención es que ninguna región se quede atrás, incluyendo aquellas zonas montañosas y de difícil acceso. Al consolidar el suministro a través de Pemex, se refuerza la idea de que los apoyos lleguen sin intermediarios y se respeten los tiempos de siembra establecidos por cada comunidad.
Guerrero: cuna y estandarte del programa
El estado de Guerrero es emblemático en este programa. Allí nació la estrategia de brindar fertilizantes gratuitos y, con el paso del tiempo, ha mostrado un alto impacto en la producción local. En esta entidad, se repartirá cerca del 15% de todo el fertilizante a nivel nacional, lo que se traduce en 154 mil 696 toneladas de insumos para 326 mil 914 productoras y productores. Esta cifra incluye un amplio número de mujeres campesinas, quienes hoy en día desempeñan un papel fundamental en la economía rural.
Las declaraciones oficiales señalan que en Guerrero se abarcará más de medio millón de hectáreas, fortaleciendo así la siembra de maíz, frijol y otros cultivos vitales en la dieta mexicana. Tanto autoridades federales como estatales han destacado la relevancia de esta iniciativa para revitalizar la producción local y promover la autogestión alimentaria, un aspecto clave en el desarrollo económico de la región.
La logística detrás de la entrega anticipada
El objetivo de adelantar la distribución de fertilizantes obedece a una lectura cuidadosa del calendario agrícola en cada región. Se busca que el insumo esté presente antes de que las lluvias se intensifiquen, facilitando la labranza y un uso más eficiente de los nutrientes. Según las autoridades, esta estrategia podría traducirse en rendimientos más altos por hectárea y en una menor dependencia de insumos costosos provenientes del extranjero.
Para lograrlo, los beneficiarios podrán recoger sus costales en el momento programado. Además, el Gobierno Federal ha potenciado la comunicación directa con los productores, utilizando canales comunitarios y autoridades locales para informar sobre fechas exactas de entrega y los pasos a seguir. De este modo, se minimizan los desplazamientos innecesarios y se garantiza que nadie se quede sin recibir su fertilizante por falta de información.
Una muestra del segundo piso de la Cuarta Transformación
El anuncio de la presidenta Sheinbaum en Guerrero se enmarca en la visión de la llamada “segunda etapa” de la Cuarta Transformación, cuyo propósito esencial es mejorar la calidad de vida de los sectores históricamente marginados. Con este programa, el presupuesto destinado al campo adquiere un sentido tangible: insumos concretos que pueden marcar la diferencia entre una cosecha exitosa y una con pérdidas.
El Gobierno Federal apuesta por el desarrollo rural como eje de la soberanía alimentaria, parte fundamental del bienestar social. Al fomentar la siembra, se fortalecen las redes de productores, se promueve la economía local y se asegura la oferta de productos básicos para el consumo interno. Tanto la transparencia en la entrega como la ausencia de intermediarios políticos son elementos clave que pretenden legitimar esta política como un avance real en el sector.
De un beneficio administrativo a un derecho constitucional
Quizá el aspecto más destacado de Fertilizantes para el Bienestar es su transformación en un derecho constitucional. Según la mandataria, este cambio normativo garantiza la continuidad del programa más allá de ciclos gubernamentales y coyunturas políticas. De esta manera, las campesinas y campesinos pueden acceder de forma confiable a los insumos sin temer recortes presupuestales repentinos o decisiones discrecionales que frenen su entrega.
Al estar amparado en la Constitución, cualquier intento de condicionar la entrega con fines partidistas queda fuera de lugar.
Participación comunitaria y empoderamiento femenino
Una de las novedades de esta edición 2025 es la adaptación de los sacos, ahora de 25 kilogramos, pensando especialmente en las mujeres campesinas. Se les facilita el transporte y la carga, una consideración que subraya la intención de incluir a todos los actores del campo en condiciones dignas. Al mismo tiempo, el programa promueve la coordinación con autoridades comunitarias y organizaciones de productores, pues se consideran un pilar fundamental en la distribución y buen uso de los insumos.
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Un paso firme hacia la seguridad alimentaria
En conclusión, el programa Fertilizantes para el Bienestar en su versión 2025 representa un hito dentro de la estrategia gubernamental para impulsar la actividad agrícola. Su arranque en Guerrero, la entrega anticipada y el énfasis en la igualdad de oportunidades son señales del compromiso por consolidar al campo como un motor económico.
Con la meta de un millón de toneladas distribuidas y la cobertura de 2 millones de productores, esta iniciativa encarna la visión de la Cuarta Transformación al promover un campo más productivo, justo y libre de intermediarios. Al mismo tiempo, la adaptación de los costales y la entrega como derecho constitucional reflejan la determinación de un gobierno que busca transformar la vida de quienes cultivan los alimentos que llegan a la mesa de las familias mexicanas.
En un país con gran riqueza agrícola, el apoyo oportuno y directo a campesinas y campesinos fortalece la seguridad alimentaria y la estabilidad económica en miles de hogares. Así, las políticas públicas apuntan a un futuro en el que la equidad y la independencia productiva del campo sean parte integral del desarrollo nacional.
Hoy iniciamos en San Luis Acatlán, Guerrero, la entrega de Fertilizantes para el Bienestar, un derecho constitucional que apoya de manera directa, gratuita y universal a mujeres y hombres campesinos. Pemex recupera la soberanía; producirá cada vez más fertilizantes. pic.twitter.com/7oLRcuUzst
— Claudia Sheinbaum Pardo (@Claudiashein) January 19, 2025